viernes, 22 de junio de 2007

Pero sigo siendo el REY

Ya me siento mucho mejor :)

Finalmente me encontré al creído de King Kong y le partí todita su mandarina en gajos.
Casi siento pena por ese macaco platanero, pero nadie me negará que ya le venía haciendo falta. En la batalla destruí como la mitad de Tokyo. Debo confesar que, probablemente casi todo ese daño pudo evitarse si hubiera tenido cuidado... pero en cada ataque, arrojé a Kong en una dirección distinta, precisamente para maximizar el daño. Yo mismo exageré mis caídas para tumbar el mayor número posible de edificios.

Aún soy el más chingón del barrio
\m/